Una para tí, nada para mí. Así funcionas.

Me encantaria poder decir que te odio, poder olvidarte, poder pasar de todo, pero sigo creyéndome tus mentiras, creyendo que las cosas cambiarán. Cuando me dices que te importo, ¡Ay tonta de mí! me lo creo, y cada vez el hueco se hace más profundo... va a llegar un momento que no voy a poder seguir así, ¿Que crees que haré entonces?

Estoy harta de la situación, de la constante tensión, de lo absurdo que es todo, de que me hables así, de tu comportamiento infantil, que pases de encantador a odioso en apenas instantes, que me trates como si de verdad te importase para luego demostrarme que en realidad a tus ojos no valgo nada.

Te lo digo alto y claro, eres un capullo integral, y aun y con todo no puedo deshacerme de ti ¿Qué me has hecho? ¿Que te he hecho yo?

No se como te atreves a echarme en cara siempre lo mismo, sabes lo que hay y no quieres cambiarlo, solo te importas tú, puedo hacer que todo está bien pero las cosas se acaban notando. Cuando no pueda seguir con el teatro, ¿Entonces qué?

Me estás haciendo muchisimo daño, no sabes cuanto, y lo peor de todo esque yo no consigo alejarme de ti, y voy a acabar echándolo todo a perder. Eso he de decir que no es culpa tuya, eso es culpa mía, y a veces pienso que todo lo demás también lo es. Mi cabeza no funciona con normalidad, eso ya lo había notado pero ahora es cuando realmente caigo en la cuenta del nivel de locura al que he llegado. ¡Qué ciega estoy! Para tí es todo un puto juego ¿verdad cielo? Pues por lo visto estás en racha.

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Un domingo por la tarde, la inspiración llega cuando menos te la esperas... a veces para producir mierda, pero ahora me siento muuuucho mejor.

(Recuerdo el carácter puramente ficticio de las cosas que escribo sobre todo si van en cursiva, no vaya a ser que alguien se asuste sin motivo)

Casilda