Erase una vez una chica a la que le encantaba el teatro. Un buen día se dio cuenta que tal pasión le había hecho convertirse en uno de los personajes que siempre había admirado, y que siempre había estado interpretando, nunca se había mostrado como realmente era... y empezó a temer no ser nadie... comprendió que no sabía quién era realmente y fue cuando se asustó de verdad. ¿Podía vivir siempre haciendo teatro? Terror, pavor, inseguridad absoluta... si tú no sabes quién eres, como esperas que otros te conozcan o te valores por ti misma...
"El papel más difícil de interpretar es el ser uno mismo" dijo una vez William Shakespeare. Y Jaime Gil de Biedma dijo: "envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir, es el único argumento de la obra."
Reflexiones de un sueño frustrado, no rendirse, luchar, el pánico escénico y a la propia vida ¿Qué diferencia hay?
Casilda
6 de enero de 2010
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Pienso que por lo que cuentas estás en proceso de maduración, has perdido la edad de la inocencia y has entrado a borbotones en la fase de madurar. Pero no te agobies, lleva un tiempo más o menos borrascoso hasta un momento en que se asienta, para luego seguir madurando más calmadamente a la vez que se sigue viviendo. ¡Bienvenida al mundo adulto!
ResponderEliminarNo sé si me gusta este nuevo mundo Sofía, me asusta, me gustaba ser Peter Pan, yo jamás hubiese elegido ser Wendy. Me va más el papel de Antoñita la fantástica, no se si puedo dejar de interpretar.
ResponderEliminarMiedo al mundo real es terrible pero es así... :S